
¿Qué es un auténtico Guerrero?
Guerrero, hombre de acción y recursos, hombre que no alcanza su consciencia plena como tal solo a través de su preparación técnica. El auténtico guerrero es aquel que además de recibir el saber de la ciencia y el verbo filosófico, ve o ha visto a la muerte, y al mismo tiempo, la ha sentido en lo más profundo de sus entrañas, y solo a partir de ese momento desgarrador, toma plena consciencia de lo esencial, de la vida y la muerte, aprendiendo a controlar sus miedos y sus sensaciones interiores negativas, tales como el miedo a lo físico y lo psíquico, al frio, a la soledad, a la apatía, a la angustia, a la desesperación, a la ansiedad, al sufrimiento, etc. Solo a partir de ese momento, se produce una toma de consciencia plena de lo verdaderamente esencial y trascendental en la vida.
El auténtico guerrero, cuando aplica su técnica marcial, lo hace tomando plena consciencia de la misma, a través del movimiento y la ocupación del espacio físico, culminando su acción en la plenitud del vacío. Solo entonces, los problemas que nos menguan y nos obligan a apocarnos, son superados.
El dolor físico marca la vida del guerrero y el dolor emocional es el que imprime su carácter frio, el cual, le sirve de pilar para tomar plena consciencia acerca de la existencia del ser.
El no guerrero, necesita del olvido como técnica defensiva ante su memoria. Memoria que tortura al ser humano mediante el recuerdo. Recuerdo sobre el dolor aplicado a nuestros semejantes, recuerdo al dolor sufrido, dolor ocasionado por la perdida de lo querido, dolor ocasionado por la confusión y la desesperanza y, sobretodo, el dolor que sufrimos por los errores cometidos en la trayectoria de nuestra vida que no tiene marcha atrás, esos que nos torturan día a día y que nos privan de la ansiada paz interior. Sin embargo, el auténtico guerrero tras tomar plena consciencia ante la vida y la muerte, no da cabida al error. Para el auténtico guerrero, el error no existe, puesto que para él no es más que una puerta abierta al conocimiento. Conocimiento que le dotará de la sabiduría precisa para mejorar en todas sus actitudes y conseguir perfeccionar su ser. Así, y sólo así, conseguirá consagrarse como un autentico guerrero llegando a encontrarse a sí mismo.
El reto de un guerrero consiste en llegar a un equilibrio muy sutil de fuerzas positivas y negativas.
Esta lucha no significa que un guerrero deba luchar por tener todo bajo su control, sino que el guerrero debe luchar por enfrentar cualquier situación concebida. Lo esperado y lo inesperado con igual eficiencia.
Ser perfecto en circunstancias perfectas es ser un guerrero de papel. (Don Juan Matus).
El Guerrero y la Estrategia
La consciencia de la muerte no permite al guerrero abandonarse a nada, pero esa suerte de conocimiento en lugar de convertirse en obsesión se transforma en poder. Solo esa idea de la muerte da al guerrero la fuerza de vivir cada instante como el último de su vida, y sus actos lejos están de ser los actos de un hombre común y tienen la grandeza de aquel que enfrenta la última batalla de su vida.
Esta indiferencia a su muerte se convierte en desapego. Sabe que no puede poner muros ni vallas a su muerte, sabe que solo será respaldado por el poder de sus decisiones. Sabe, que lo que elija es su responsabilidad, y una vez hecha su elección no hay lugar para arrepentimientos. Por ello un guerrero vive su vida estratégicamente.(Don Juan Matus)
Se dice que un guerrero sigue el doble Camino de las Letras y de la Espada, y que ha de practicar ambos Caminos. Incluso si un hombre no tiene una habilidad natural, puede ser un guerrero mediante la práctica perseverante de ambas divisiones del Camino. Concretando, el Camino del guerrero consiste en aceptar la muerte resueltamente. Aunque no solo los guerreros, sino también los sacerdotes, mujeres, campesinos y el resto de la gente, han de estar preparados para aceptar la muerte, por motivos de honor, culpa, o deber, es algo diferente. El guerrero es diferente en esto, puesto que el estudio del Camino de la Estrategia se basa en derrotar a otros hombres. Ya sea una victoria conseguida en un duelo individual, o en una batalla entre dos bandos numerosos, podemos obtener poder y fama para nosotros mismos o para nuestro señor. Esta es la virtud de la estrategia.(Miyamoto Musashi - Go Rin No Sho).
El tratado de guerra más antiguo del mundo, “El arte de la guerra” de Sun Tzu (Contemporáneo de Confucio) hace referencia en su capítulo primero al arte de la guerra como “el arte del engaño”. De acuerdo a Sun Tzu el que es bueno en las artes marciales supera la fuerza del otro sin dar batalla. La victoria se califica según la siguiente escala de valores. En ésta ubica en tercer lugar a la victoria lograda por la fuerza. En segundo lugar a la victoria por medios diplomáticos, y reserva el primer lugar a la victoria por estratagema.
Algunos Artilugios y Estratagemas
Distintas tradiciones de sabiduría (griega y china) han llenado innumerables páginas tratando de transmitir "el arte de la estratagema" a fin de aplicarlo a la guerra, y porque no, a los obstáculos de la cotidianeidad. Podemos evocar a la mítica divinidad griega "La Metis", quien simboliza la astucia y la habilidad para alcanzar determinadas metas en la vida.
Sus artilugios se inspiraban a partir de la observación de las conductas animales y sus estrategias para defenderse de los predadores o bien capturar a sus presas. Así también las mimetizaciones de la naturaleza (reino animal y vegetal) fueron tomadas como guías o modelos, perfeccionadas luego por la tecnología.
Ulises con su "Caballo de Troya", figura como el más brillante estratega dentro de la tradición griega. Mientras "El arte chino de la guerra" se basa en la filosofía taoísta, cuya virtud consiste en la alternancia entre las polaridades y su principio de complementariedad.
En las artes marciales suaves, la estrategia del guerrero consiste en sintonizar con el adversario, usando las energías de éste y llevando así agua para su propio molino.
"La paradoja", por ejemplo, es una estrategia para inducir a las personas a cambiar; intenta romper con las conductas que se esperan comúnmente de nosotros. Se trata de colocarse en el lugar menos previsible y común. Ya lo expresó William James (psicólogo inglés): "El genio no es más que la capacidad de observar la realidad desde perspectivas no ordinarias".
No obstante, si poseemos estructuras de personalidad un tanto rígidas nos resultará más difícil girar en torno al propio eje y mirar la realidad global desde diferentes puntos de vista.
Al respecto Lao Tse nos dice: "El agua lo vence a todo porque se adapta a todo".
La mejor de las estrategias la constituye la capacidad de movimiento y cambio, cuando las circunstancias así lo requieren; pues lo que se estructura rígidamente se torna frágil y con riesgo de quebrarse.
Acerca de los atributos del guerrero
"Vencer el miedo, es lo primero", dice don Juan en el texto de Carlos Castaneda, correr riesgos, respetar leyes y reglas, poner límites y actuar en el "aquí y ahora".
Bajar el pensamiento a la acción, pues su poder se centra en la capacidad de tomar decisiones y elegir.
En cada elección se compromete, allí radica su "libre albedrío", los optimistas podríamos sostener que es "dueño de su destino".
Desarrollar "la confianza en sí mismo" es prioritario para un guerrero.
Tiene deseos que convierte en metas, no obstante cada vez que alcanza un objetivo queda atrapado en un "círculo de confort", de "comodidad", y en el mejor de los casos se preguntará: ¿quién soy?, ¿qué quiero?, y decidirá saltar el cerco una y otra vez (espiral de evolución).
Cuando la fortaleza se irradia desde el interior
La confianza en sí mismo y la seguridad, a menudo evitan el enfrentamiento e infunden respeto en el adversario competente. El testimonio de un joven es un claro ejemplo de ello, a este le resultaba muy angustiante concurrir a la escuela. Cada vez más sus compañeros se ensañaban con él, lo ridiculizaban y agredían verbal y físicamente. Le decían "gordo" y no era precisamente un obeso, tenía solo unos kilos de más. Quizás su condición de tímido lo fue tornando más inseguro hasta convertirse en el chivo expiatorio del grupo.
Al tiempo el muchacho ingresó en la práctica de las artes marciales, donde hizo rápidos progresos. Sus fantasías y esperanzas se centraban en las diferentes formas en que devolvería las agresiones a sus contrincantes. Pero para su sorpresa, cuando regresó de las vacaciones sus compañeros de clase ya no lo molestaron más.
Nadie sabía acerca de sus prácticas de Artes Marciales, no obstante no tuvo necesidad de usar las destrezas adquiridas.
Las habilidades y la confianza en sí mismo se convirtieron en un "poder personal" que irradiaba desde su interior.
Las diferentes etapas del guerrero
Los primeros pasos del guerrero corresponden a la etapa evolutiva de su adolescencia y primera juventud. Está formando y reforzando su Ego. Es el tiempo en el que se activa este arquetipo. El principiante desarrolla un combate en la jungla, "todo para mí", sólo ganancia personal. No mide riesgos: "matar o morir" es su lema.
Mas tarde, en otro momento evolutivo, nuestro guerrero, ya más experimentado aprende a cuidarse de los peligros, sabe evaluar a su contrincante y retirarse cuando el nivel del otro lo supera.
Lucha para sí y para otros, ya posee valores e ideales éticos y su juego es limpio.
Luego, en un tercer tramo de la travesía, si logra dar un salto cualitativo en un proceso de evolución importante, estaremos en presencia del "Auténtico guerrero". Ya ha superado el Ego, se han sutilizado todas las áreas de su psique y alcanzó su "Self", proceso de individuación (C. Jung).
Nuestro "Auténtico guerrero" ya no necesita combatir.
Distintas tradiciones ilustran este modelo.
Un antiguo cuento taoísta narra el encuentro de un maestro y su joven discípulo:
Maestro- "a tu criterio, ¿cuál es el mejor guerrero?"
Discípulo- "el que logra salir victorioso en todos los combates"
Maestro- "el mejor guerrero es el que no necesita usar sus armas, ni combatir".
Asimismo en el budismo, el Dammapada (sendero, en idioma pali) capítulo "De los Miles" expresa: "Mejor que vencer en mil batallas es vencerse a sí mismo"
En tanto una voz de occidente nos dice: "ni yo ni nadie podemos caminar ese camino por ti. Tú debes caminarlo por ti mismo. No está lejos, está al alcance. Tal vez hayas estado en él desde que naciste y no lo sabías. Tal vez esté en todas partes, sobre el agua y sobre la tierra". (Walt Witman, "Hojas de Hierba")
El Camino del guerrero no incluye otros caminos, como el Confucionismo, Budismo, ciertas tradiciones o religiones. Pero aunque no sean parte del Camino, si eres capaz de interpretar el Camino con amplitud de miras, serás capaz de encontrarlo en cualquier actividad. Cada hombre debe esmerarse en su propio Camino.
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